¡Siempre es bueno saberlo!
¿Qué hacer en caso de fugas de gas?

¿Cómo se puede originar una fuga? 

Hay 2 formas muy recurrentes: la primera es relacionada al momento en que nos animamos a hacer algún movimiento o aseo poco cuidadoso a nuestra estufa, el uso de productos químicos altamente corrosivos o golpes derivados de cualquier paso en falso, pueden provocar que se dañen o afloje una conexión y como consecuencia provoque una fuga de gas, que puede ser mínima pero es preferible verificar las conexiones y tener mucho cuidado. De hecho, es recomendable que ante cualquier manipulación de movimiento y/o aseo a la estufa, se revisen todas las conexiones visibles con espuma de jabón y asegurarse de que no exista algún escape involuntario de gas; si se detecta alguna fuga, se debe de solicitar la presencia de un experto para que verifique nuestro gasodoméstico y revise si es necesario ajustar una tuerca o algo por el estilo.

Otra manera en la que podría llegar una fuga de gas es cuando se usa el taladro, ya que algún mal cálculo puede hacer que se provoque un golpe en la red interior, se cree un agujero y comienza la fuga de gas.

¿Cómo se puede originar una fuga?

Dicen que el olor a gas es “muy chismoso” y  esto es porque es muy particular. El gas huele a azufre, ya que se le inyecta un odorante llamado mercaptano, y esto es muy notorio y muy identificable. Por lo que su presencia es el indicativo de que hay gas en la atmósfera y se está escapando. 

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